viernes, 29 de mayo de 2009

Aliento (ca. 1996)

Del paso firme y veloz
no queda más que el recuerdo
y si acaso el leve flotar actual
pudiera llamarse andar,
entonces te digo que ando
desde hace algún tiempo
entre tus manos, entre tus dedos.
Mas no te confundas,
que no soy caricia,
yo más bien soy brisa
que no te cansas de inhalar,
que no te inhibe con vergüenza
mientras recorre tu cuerpo
por fuera, por dentro
hasta tu más escondida intimidad.
Pero no puedo ser nada más;
sólo sublime brisa sin rostro
que, tal vez, en tus sueños obtiene forma
y cuya consistencia amoldas
a tus deseos, a tus gustos,
y has de saber que me basta
puesto que sé que yo, ser concreto,
no embono en ese molde,
no soy parte de ese sueño
y mi pesado cuerpo está atado
a alguien a quien sí complazco,
pero no importan mis grilletes,
pues aun si muero me iré sabiendo que,
aunque simple aire, fui
parte de tus sueños,
viento que rodeó tu cuerpo
y brisa que besó tu aliento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ándele, sin pena!