Cartas viejas y un armario
que no para de llorar.
Letras tuyas sin sentido
tratan de decirme dónde estás
con sus frases que no entiendo
me confunden aún más.
¿En dónde fue que nos perdimos?
¿Qué fue lo que hicimos mal?
Ya sólo se habla de tu memoria.
Eres un recuerdo y nada más.
Sigo buscando en las estrellas,
en la luna y en el mar,
y me pregunto cada noche
“… y mi mente dónde está?”
viernes, 29 de mayo de 2009
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